Entrevistas

Ana Mora, mezzosoprano colombiana, solista en el Réquiem de Mozart, manifiesta el por qué existe un vínculo especial entre esta obra y su carrera profesional.

OFB: Inicialmente nos gustaría saber de sus más recientes presentaciones y proyectos.

ANA MORA: En febrero de 2016 participé en la producción del Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo de la ópera Salome de Richard Strauss; en marzo 2016, estaré en el Concierto “Narraciones Coincidentes” en el ciclo de conciertos de la Facultad de Artes de la Pontificia Universidad Javeriana; posteriormente, para abril, estaré en el Ciclo de conciertos estudiantiles en el Auditorio Fabio Lozano y en junio, en la Serie de Jóvenes intérpretes de la Biblioteca Luis Ángel Arango.

OFB: ¿Qué representa para usted presentarse como solista con la Orquesta Filarmónica de Bogotá?

Presentarme como solista con la Orquesta Filarmónica de Bogotá representa una gran oportunidad de hacer música en un espacio profesional y de gran importancia como entidad gestora de arte y cultura en el país. He tenido el placer de asistir a muchos conciertos de la Orquesta Filarmónica de Bogotá y he presenciado a muchos amigos y colegas desempañándose profesionalmente dentro de ésta. Siento mucho orgullo de trabajar con la Orquesta.

OFB: ¿Desde su rol en el Réquiem, qué opinión tiene de la obra de Mozart?

ANA MORA: Entre el Réquiem de Mozart y yo existe un vínculo muy importante ya que esta fue la primera obra sinfónico-coral que interpreté como solista. Además de la gran importancia que tiene esta obra en el repertorio de concierto, tuvo gran significancia en mi proceso formador como músico y cantante debido a los retos interpretativos y técnicos que presenta la obra.

OFB: El año pasado usted hizo parte de Rigoletto y trabajó con Patrick Fournillier ¿Cómo fue esa experiencia contar con la dirección del maestro francés?

ANA MORA: Rigoletto es una ópera muy importante en la literatura musical, que ha sido dirigida e interpretada en incontables ocasiones. El montaje realizado por el Teatro Mayor fue mi primera experiencia profesional como cantante de ópera, y en el Maestro Fournillier encontré un director que trajo ideas frescas y renovadas a una obra de tal trayectoria.