La ópera fue el género dominante en la música italiana del siglo XIX y Gioachino Rossini sus más importantes representantes antes de Giuseppe Verdi. Títulos como Tancredi, El barbero de Sevilla, La Cenicienta y Guillermo Tell, entre muchos otros, se convirtieron en éxitos absolutos y ejercieron una influencia definitiva en la evolución del género. Si bien la ópera constituye lo más importante de la obra de Rossini, el compositor nacido en Pesaro también escribió obras instrumentales, orquestales, sacras, para piano y de cámara a lo largo de su vida. Entre ellas las Sonate a quattro para dos violines, violonchelo y contrabajo, la Fantasía para clarinete y piano, la Petite Messe solennelle o la colección Pecados de vejez. La obra que hoy escuchamos, Introducción, tema y variaciones para clarinete y orquesta, evidencia la influencia del estilo clásico de Mozart y Haydn en el carácter y la perfecta construcción de la obra, pero sobresale el inagotable sentido melódico de Rossini en los temas brillantes y su sorprendente ingenio para la creación de variaciones. Rossini crea la introducción a partir del aria La mia pace é smarrita, del segundo acto de su ópera Moisés en Egipto. Las variaciones las construye sobre el tema de la cabaletta O quante lagrime del primer acto de la ópera La donna del lago. El instrumento solista, con un carácter operático, exhibe todo su potencial técnico y expresivo gracias a la riqueza de emociones y temperamentos que la obra plantea. En la orquesta, Rossini crea la atmósfera y el colorido propicios para el clarinete, tal como sucede en sus óperas.
12MAY_FilarCali