Por Mario Posada Torres
“Todo nos llega tarde, hasta al muerte…” sonetizó el poeta colombiano Julio Flórez. Y más tarde, el gran bardo peruano César Vallejo, expresó: “Hay golpes en la vida, tan fuertes, yo no sé…” citamos los dos versos, pues tarde nos llega la noticia del fallecimiento del eminente director peruano José Carlos Santos, quien fuera Titular de la Orquesta Sinfónica del Perú durante quince años, realizando, a no dudarlo, muy importante labor, y en cuanto más atañe a nosotros, Director Titular de la ORQUESTA FILARMÓNICA DE BOGOTÁ, a lo largo de 1971.
Egresado de la Manhattan School of Music de Nuerva York, alumno de Dirección allí del célebre director wagneriano Jonel Perlea. Famosas fueron las tertulias musicales de su casa en Manhattan, dentro de las cuales recuerdamos, al años más tarde, célebre director catalán Antonio Ros Marbá, al compositor peruano Eduardo Bolaños, al violinista norteamericano Jerry Posner, y al compositor cubano Tony Hernández Lisazo, entre otros. Santos era pródigo con todos aquellos jóvenes contertulios musicales.
Dentro de la Filarmónica de Bogotá, como Titular, destacaremos las siguientes obras por él dirigidas: La Obertura de “Edipo Rey”, de Roberto Pineda Duque (colombiano), La 5a Sinfonía de Chaikovsky, la “Misa in tempori belli”, de Joseph Haydn, La “Broma Musical” para Violín y Orquesta de Mozart (solista, Mario Posada Torres), el concierto para Violín y Orquesta de Chaikovsky (solista, Nina Beilina, violinista rusa), y como realización principal suya, la Cantata “Alexander Nevsky” para soprano (Julia Ballestros de Martínez), coros y orquesta, de Prokofieff, con la Orquesta Filarmónica de Bogotá y la “CORAL BOGOTÁ, Agrupación fundada por el maestro José Carlos Santos e integrada por miembros de coros de la Cruzada Evangélica, Luterana, Bautista, Presbiteriana, Menonita, Católica Romana, Unida y Episcopal” (Extracto tomado del programa de mano del concierto por él dirigido, ofrecido en honor a Bogotá en el Aniversario 433 de su fundación, el 6 de agosto dee 1971). Tal esfuerzo sinfónico-coral, mereció haberse perpetuado a través de los años. Infortunadamente, no sucedió así. Su gestión filarmónica, de grandes hitos, también mereció mejor suerte. Dentro de su labor de los últimos años, destacaremos su admirable versión de la 3a.. Sinfonía de Bruckner, dirigiendo la Orquesta Sinfónica de Maracaibo en ememorable concierto. Un sentido adios al caro maestro y amigo, junto con nuestra sincera solidaridad a sus deudos, a la Orquesta Sinfónica Nacional del Perú, a las Corales y en general, al medio musical peruano. Descanse en paz, maestro.