Su juventud no ha sido un impedimento para trabajar con las orquestas más prestigiosas de México, Brasil, Argentina y Chile. En cada escenario se ha ganado el respeto de los músicos, por el amplio conocimiento de las obras que entrega al público en cada ciudad donde se presenta.
Sus problemas auditivos, han jugado a su favor, dándole precisión. Desde el podio y junto a la Orquesta Filarmónica de Bogotá, el director francés guiará a la pianista norteamericana Rachel Barton Pine, quien tocará el Concierto para violín No. 1 op. 26 de Max Bruch.
OFB: Usted tiene una vasta experiencia en Latinoamérica ¿Qué ha encontrado en estos países?
Sylvain Gasançon: Desde hace 10 años he estado en México, Uruguay, Argentina, Brasil, Chile y ahora, Colombia. Es difícil hablar de la experiencia, porque cada orquesta, cada ciudad, cada país, tiene su propia historia, su propia manera de tocar y su propio profesionalismo. México es el país que más conozco, es un país con muy buenas orquestas, son instituciones muy antiguas, así que se puede hacer muy buena música.
Hay un defecto que he visto en muchas orquestas de América Latina: las orquestas tocan un poquito pesado, un poco ‘brutal’, a veces. Entonces, el trabajo que siempre hago cuando llego a un país nuevo, es tratar de hacer algo más fino y más preciso y amplio. No amplio para gritar, sino para ser generoso, porque para mí hay una diferencia entre tocar un fortísimo para gritar y un fortísimo para tocar amplio. Sobre las cosas buenas, es que las orquestas tienen motivación para trabajar, son orquestas antiguas y profesionales, pero siempre hace falta algo.
OFB: ¿Cuál será la explicación de esa forma ‘pesada’ de tocar por parte de las orquestas latinoamericanas?
Sylvain Gasançon: No sé si es parte de la cultura, o si es algo técnico, o algo que tiene que ver con los instrumentos, porque en Europa, el contrato para un músico de orquesta dice que tiene que tener un instrumento de muy alto nivel, y las orquestas ayudan a pagar ese instrumento de alto nivel que cuesta mucho.
OFB: En principio los latinos somos ruidosos…
Sylvain Gasançon: Los italianos también son ruidosos, pero pueden tocar la música de Rossini de manera muy ligera, pueden gritar, pero también pueden calmarse. Quizás es mi punto de vista o mi deseo de hacer un sonido amplio. Lo digo para América Latina, pero también podría ser para Francia.
OFB: ¿Qué le dice el nombre Rachel Barton?
Sylvain Gasançon: Es una violinista tan grande, tan conocida, con una técnica y un virtuosismo. La he escuchado muchas veces, pero no la conozco, entonces, es un honor y un placer inmenso poder presentar con ella este concierto de Bruch. En principio, yo soy violinista, así que para mí es muy emocionante, porque me trae muchos recuerdos de cuando era más joven y tocaba este concierto. Es una obra muy melodiosa, romántica y con contrastes muy interesantes. El primer y el segundo movimiento, para mí es como un preludio grande, un diálogo completo entre la orquesta y la solista, y el concierto entra realmente en el último movimiento, que es más virtuoso.
OFB: Una característica muy personal es que usted usa audífonos…
Sylvain Gasançon: Yo nací con una enfermedad genética, tengo una pérdida de oído entre el 50 y el 60 por ciento, y sin estos audífonos no escucho casi nada, pero la fortuna que tengo es que es un problema de volumen, pero no un problema de precisión, entonces, no me molesta para trabajar la afinación, solo necesito los audífonos para subir el volumen. Tengo los audífonos desde que tengo dos años, es como parte de mi vida, yo sé que a la gente le sorprende ver a un director de orquesta o a un músico que tenga audífonos, pero hay una percusionista de Canadá que es totalmente sorda y tiene una carrera muy importante. Yo conozco bien la partitura cuando estoy frente a una orquesta, sé exactamente qué va a pasar, por lo que la orquesta siente que estoy preparado y no pueden decir nada.
OFB: En este sentido ¿usted se considera un ejemplo a seguir?
Sylvain Gasançon: No sé si puedo ser un ejemplo, pero si la gente quiere que yo sea un ejemplo, está bien y me alegro. No quiere decirle a la gente qué tendría que hacer, porque a veces no es suficiente hacer algo, pues no puedo decir que todo es posible, puedo decir que en mi caso, todo fue posible.
OFB: ¿Cuál ha sido su mayor logro?
Sylvain Gasançon: Cada día es un mejor logro… lo mejor que he hecho en mi vida, es mi vida personal. Hay que tener un equilibrio entre lo profesional y lo privado.